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Sus compuestos activos, entre ellos, las saponinas, tienen una estructura similar a la del estrógeno humano, lo cual ha mostrado en estudios in vitro una alta capacidad para unirse a receptores de estrógenos (ER-α) en el cuerpo, imitando un efecto estrogénico generalizado de mediana intensidad, e incluso teniendo una acción anticarcinogénica ante casos de cáncer de mama (1).
En postmenopausia, su suplementación muestra mejoras en la función y potencia muscular, ayudando a preservar la masa muscular y previniendo estados de osteoporosis (2).
El tratamiento de 6 semanas con maca en mujeres postmenopáusicas, ha mostrado una reducción significativa del 30,8% en la ansiedad con respecto al placebo, además de reducir la disfunción sexual en mujeres independientemente de su actividad estrogénica (1).
Estudios in vitro revelan un efecto anti-fatiga y potenciador de la capacidad muscular gracias a su capacidad de aliviar el estrés muscular post-ejercicio, mejorando el rendimiento físico y retrasando la fatiga muscular (2).
Las raíces de maca son una fuente de alta densidad nutricional, incluyendo carbohidratos, proteínas y fibra, además de minerales, vitaminas y aminoácidos. La maca destaca por mejorar la salud reproductiva y la libido. Su contribución nutricional la convierte en una fuente esencial de energía, especialmente beneficiosa para mujeres en la menopausia (3).
Estudios revelan que la suplementación durante 90 días en mujeres con síntomas de postmenopausia, muestra una mejora significativa en la sequedad vaginal, reduciendo en un 50% las molestias asociadas.
Además de reducir en un 47,8% los sofocos diarios, pasando desde 3 a 4 episodios diarios, a sólo 1 a 2 episodios (1).
Estudios muestran que la suplementación con tribulus en mujeres menopáusicas mejora en un 83.3% la lubricación vaginal antes y durante las relaciones, luego de un periodo de consumo de 90 días (1).
Dentro de sus compuestos bioactivos, están las rosavinas y salidrosides, que ejercen un efecto positivo sobre el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, reduciendo los niveles de cortisol a nivel del sistema nervioso. Por otro lado, estudios en mujeres menopáusicas muestran que sus activos tienen actividad selectiva por los receptores de estrógenos (ER-α), y actividad sobre la enzima óxido nítrico sintetasa, teniendo un efecto vasodilatador y antiinflamatorio (1).
Además del efecto estrogénico, la salvia da lugar a la modulación de distintos neurorreceptores y de los transportadores de serotonina – 5HT como modo de acción del extracto alcohólico de Salvia. officinalis. Esto en conjunto con su actuación sobre centro el termorregulador hipotalámico, resulta en un control de los síntomas vasomotores (sofocos y sudores).
En estudios de doce semanas de duración, realizados en mujeres en menopausia, se observó una buena eficacia en la reducción del número de sofocos (40-70%), a la mitad del periodo de tratamiento, así como una importante mejoría general de sintomatología menopáusica en los tres dominios: somáticos, psicológicos y urogenitales (ansiedad, depresión, insomnio, fatiga, sudoración nocturna, interés sexual), incluyendo la reducción de los síntomas en la menopausia temprana. Su acción radica en que sus derivados (8PN) tiene gran afinidad por el receptor de estrógenos ER-α actuando como un agonista parcial. (1)
El Reishi es un hongo medicinal que fomenta la proliferación de células progenitoras neurales (CPN) para mejorar la neurogénesis y aliviar el déficit cognitivo.
Es utilizado como agente terapéutico regenerativo para el tratamiento del deterioro cognitivo asociado a enfermedades neurodegenerativas (1).
La amapola californiana se emplea en el tratamiento de trastornos del sueño y ansiedad. Estudios han demostrado que la combinación de la amapola californiana con la valeriana contribuye de manera significativa a mejorar el insomnio. Este tratamiento favorece el aumento de la duración del sueño nocturno, reduce el número de despertares y alivia la ansiedad (1).
Estudios sugieren que ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, puede ser útil en el tratamiento del insomnio, la ansiedad y la depresión. Su actuación incluye la inhibición de forma dosis dependiente de la unión de los antagonistas específicos a sus receptores GABAA y GABAB, además de inhibir la recaptación de GABA. (1)
La valeriana está indicada para el alivio de la tensión nerviosa leve y para tratar trastornos del sueño. Ayuda a aliviar los síntomas leves de estrés mental y a conciliar el sueño.
Estudios bioquímicos han documentado que el ácido valerénico inhibe el sistema enzimático responsable del catabolismo central del GABA. El aumento de las concentraciones de GABA se asocia a una disminución de la actividad del Sistema Nervioso Central (SNC), por lo que esta acción puede estar implicada en la actividad sedante del ácido valerénico. (1)
Los estudios clínicos demuestran que tras varios días de ingesta de raíz de valeriana, los cambios en el electroencefalograma (EEC) del sueño fueron más pronunciados que tras una sola ingesta. (2)
La caléndula es reconocida por su potente actividad antiinflamatoria, que le permite reducir la inflamación mediante la inhibición de la producción de marcadores proinflamatorios (1).
Además, se ha evidenciado que la caléndula contribuye a la relajación y mejora la calidad del sueño. Esta planta posee propiedades que deprimen la actividad del sistema nervioso central y disminuyen la actividad motora, lo cual favorece sus efectos sedantes y promueve un descanso reparador (2).
Por otro lado, el extracto metanólico de caléndula ha mostrado tener una significativa actividad ansiolítica. Estos hallazgos respaldan la utilización de la caléndula como un eficaz remedio natural para el manejo de la ansiedad.
El alto contenido de ácido oléico le confiere excelentes propiedades de transportador al aceite de almendras, dada su excelente capacidad de penetrar en la piel. En pieles envejecidas aumenta el contenido lipídico de la barrera de la piel, aumentando el contenido de ceramidas y fortaleciendo sus efectos protectores (1).
Estudios han mostrado que la presencia de ácido linoléico previene la pérdida de agua de la epidermis, mientras mejora la elasticidad y suavidad, mediante la regulación del proceso de keratinización de la piel. Altos niveles de ácido linoléico aplicados de manera tópica fortalecen la barrera epidermal, normaliza la pérdida de agua (1).
Resultados de investigaciones muestran que la aplicación de aceite de aguacate solo o como parte de una formulación dérmica, aumenta la síntesis de colágeno y reduce el número de células inflamatorias durante el proceso de cicatrización de la piel (1).
La manzanilla contiene diversos compuestos activos como flavonoides, triterpenos, sesquiterpenos y fenoles, que son la base de sus propiedades medicinales. Destacan el α-bisabolol y la apigenina, que otorgan beneficios tópicos significativos como efectos antiinflamatorios en la piel, hidratación del estrato córneo y reducción de la pérdida de agua transepidérmica. Las aplicaciones tópicas de manzanilla se asocian con propiedades calmantes, suavizantes, antisépticas e hipoalergénicas (1).
Por otro lado, el aceite esencial de manzanilla ha mostrado una notable actividad antimicrobiana contra una amplia gama de patógenos, atribuida a su capacidad para generar especies reactivas de oxígeno (2). Adicionalmente, este aceite esencial exhibe una efectiva actividad antifúngica frente a hongos patógenos (3).
Además, investigaciones sugieren un papel potencial del aceite esencial de manzanilla en la modulación del pH mediante la interacción con microorganismos (4).
El aceite esencial de salvia ha demostrado poseer propiedades antifúngicas y la capacidad de inhibir la producción de ácido nítrico en macrófagos, un indicador clave de inflamación. Esta combinación de efectos subraya su potencial antifúngico y antiinflamatorio (1).
Además, el aceite de salvia exhibe potentes propiedades antimicrobianas contra una amplia variedad de patógenos, lo que amplía su aplicación en tratamientos contra infecciones (2).
Por otro lado, se ha observado que el aceite esencial de salvia acelera el proceso de cicatrización de heridas. Sus propiedades antiinflamatorias, junto con su capacidad para fomentar la proliferación celular y la revascularización, contribuyen significativamente a este efecto curativo (3).
2. Bouajaj, S., Benyamna, A., Bouamama, H., Romane, A., Falconieri, D., Piras, A., & Marongiu, B. (2013). Antibacterial, allelopathic and antioxidant activities of essential oil of Salvia officinalis L. growing wild in the Atlas Mountains of Morocco. Natural Product Research, 27(18), 1673–1676. https://doi.org/10.1080/14786419.2012.751600
El aceite de Ylang-ylang, extraído de las flores del árbol Cananga odorata, proporciona múltiples beneficios en diversas aplicaciones. Este aceite es especialmente valorado por su capacidad para reducir la presión arterial y fomentar la relajación cuando se absorbe a través de la piel. Asimismo, posee propiedades antibacterianas significativas (1).
La mayoría de estudios sobre el aceite de lavanda se centran en sus propiedades terapéuticas generales, como la relajación, el alivio de la ansiedad y sus efectos sedantes. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso, que pueden ayudar indirectamente con síntomas como los sofocos asociados al estrés o a los cambios hormonales durante la menopausia (1).
El aceite de geranio ha demostrado tener un impacto sobre el estado de ánimo, en concreto sus propiedades para mejorar el humor. Su agradable olor y sus propiedades aromáticas se utilizan a menudo en aromaterapia. La aromaterapia con aceite de geranio ha sido reconocida por su potencial para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y a reducir los cambios de humor (1).
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